PRÁCTICAS SUSTENTABLES
Productos orgánicos y artesanales
Gustavo André cuenta con una amplia variedad de productos orgánicos y artesanales elaborados en el marco de la producción familiar: artesanía en cuero y lana, vino casero, licores, miel, huevos caseros, embutidos obtenidos de carneos familares, chivos; no faltan las conservas, la salsa de tomate, los dulces artesanales, la sopaipilla y el pan casero; en este último rubro es muy reconocida la “Panadería La Chona”.
Puesto La Esperanza
Por el Carril San Pedro hacia el norte, llegando al Sameauta, médano que resalta en el paisaje local, se encuentra el puesto de Rolando “negro” Parlante (apodado como Molejón). Este puesto en realidad pertenece a Asunción, casi en el límite con Gustavo André, pero es referenciado como del lugar. Es un emprendimiento que cuenta con un predio sombreado, una ramada y corral. Tiene cabras, pavos y gallinas.
Rolando Parlante prepara y vende chivo, carne a la olla, pasteles, pollo al disco y cazuela de gallina. Tiene en producción y venta, huevos caseros de gallina y de pavo y también elabora vino tinto dulce con una moledora muy antigua, que era de su padre asi como dulces caseros, que en una época etiquetaron y vendieron en Buenos Aires. Recibe a visitantes con cuatriciclo y organiza peñas. Sus nietos pequeños, Gabriel y Sonia gustan de entonar tonadas.
Licores artesanales
Los principales protagonistas de esta producción son los alumnos y alumnas de la Escuela N° 4-161 José Miguel Graneros. Licor de frutillas trituradas, dulce de leche con naranjas, remolacha, pimienta, batata, aloe vera, quinotos y hasta de hojas de eucalipto, son algunas de sus propuestas deliciosas e innovadoras. Estos productos son elaborados en la materia “Prácticas profesionalizantes” y para su producción utilizan conocimientos de química orgánica y microbiología. Los licores participan de un concurso provincial. Este concurso provincial de licores se ideó en el año 2010 para darle visibilidad al establecimiento, por un lado, y para aglutinar la actividad de las escuelas técnicas, por el otro, con el propósito fundamental de rescatar bienes culturales.
Vitivinicultura sustentable: La elaboración de vino casero y artesanal.
El vino casero es un producto cultural y es un producto orgánico sustentable, que lo hacen poseedor de varias particularidades. Una de ellas es el tiempo de fermentación con orujos, el cual es corto en relación al industrializado. Es un vino mucho más natural, se usa un mínimo de productos químicos, sólo los necesarios para asegurar una buena conservación; es un vino que no está filtrado y se clarifica de manera natural, por el frío invernal. La cosecha se trata de hacer más limpia y se selecciona la uva; se decarta lo que no está sano. Se usa uvas de cepas de rendimiento más bajo puesto que las plantas con menos uvas mejora la calidad del vino. La cosecha es más cuidadosa que la mecánica; es más lenta. Al ser un volumen más chico, el comportamiento del vino es distinto. El conjunto de estas prácticas hacen que el vino casero tenga cualidades de sabor y aromas más fieles y representativos de las uvas de la zona.
Los principales elaboradores de vino casero de Gustavo André, que actualmente tienen vino en producción, son Miriam Quiroga, Felio Terrero y Carlos Groselj.
La cosecha es más cuidadosa que la mecánica; es más lenta. Al ser un volumen más chico, el comportamiento del vino es distinto. El conjunto de estas prácticas hacen que el vino casero tenga cualidades de sabor y aromas más fieles y representativos de las uvas de la zona.
Bodega Groselj
El vino casero Groselj es elaborado y embotellado por Carlos Groselj. La finca de producción fue comprada por su abuelo José Groselj, un esloveno que en 1950 y a la edad de 40 años arribó a Lavalle con sus 7 hijos. Inicialmente la finca estaba constituida por 2 hectáreas de campo-monte y era una de las pocas zonas con derecho a agua. De a poco fue creciendo hasta extenderse en la actualidad a 10 hectáreas.
En 1962 José Groselj se fue a vivir a Misiones y la finca quedó a cargo de uno de sus hijos, Sebastián Groselj, quien a los 22 años fue el que empezó a elaborar vino casero por su cuenta bajo la figura de “elaborador único” (hasta 5000 litros, límite permitido bajo esta figura, pasado del cual había que registarse como bodega) y la marca “Grosel” (vino de mesa) que era una marca registrada. En los 70’ armó la bodega y comenzó con vasijas de madera, las “bordelezas” y en el 71’ construyó 9 piletas de hormigón con capacidad para 190.000 litros. Sebastián Groselj vendía vino fraccionado en damajuana y botellas de un litro (cuyo diseño de tapón era de su autoría) y venta a granel. También realizaba reparto, vendiendo en otras provincias como Córdoba y Misiones. Esta bodega trabajó hasta el año 1990.
En el año 2004, luego de 14 años, Carlos Groselj toma la posta de la elaboración del vino casero y comienza el trabajo conjuntamente con su padre bajo la marca “Peregrino” y en el 2006 bajo la actual marca “Groselj”. El 2009 ingresa a la cooperativa Fecovita como elaborador.
“Groselj” es un vino artesanal que sigue la tradición familiar paterna en la forma de elaborar. A pesar de los cambios y formas de producción que se promueven en la actualidad, Carlos Groselj busca no salirse de la forma artesanal, tal como le enseñó su padre. El volumen de elaboración que mantiene es de entre 5000 y 8000 litros anuales. La bodega conserva y sigue utilizando todas las máquinas antiguas originales, incluida una moledora que tiene alrededor de 100 años.
El vino ha tenido varios premios, entre ellos la medalla de oro en el Concurso Internacional de Vinos VINANDINO 2011 (provincias de Mendoza, San Juan y La Rioja).
Segundo Terrero. Vino casero tinto dulce.
Roberto Terrero tiene 72 años y elabora vino casero desde hace 60 años, siendo púber. Produce un vino dulce con uva de melesca. Para ello alquila la máquina de moler y en ocasiones utiliza su antigua máquina (que tiene unos 40 años) que funciona con manija, lo cual significa un gran esfuerzo. Vende el vino a Neuquén.
En la actualidad produce alrededor de 1500 litros por año con uva cosechada en su finca de ¼ de hectáreas. La marca de su vino, “Segundo Terrero” lleva el nombre y foto de su padre, a quien debe y honra el legado de la tradición que viene ya de su abuelo Fabián Terrero. En este sentido Don terrero remarca que él siente que cumple una misión, la misión de continuar con el legado familiar de la elaboración de vino casero.
Terruño Mendocino. Vino casero tinto.
Este vino es elaborado por el productor Elías Josue Calcina, hijo de pequeños productores Hermogenes Calcina y Margarita Rosales, quienes le inculcaron la pasion por la la vid y todo lo que es su producción. Cuenta con una finca familiar de unas 10 hectáreas llamada “Las Margaritas”. Una pequeña parte de su produccion se destina a la elaboración de vino casero. Actualmente cuenta con una producción de 1300 botellas y un pequeno porcentaje en cava. Este vino es comercializado en Lavalle, Ciudad de Mendoza , Córdoba y Buenos Aires, lugares y provincias donde ha paricipado en distintas muestras. Ha fromado parte de la asociación de pequeños productores lavallinos y otros grupos de pequenos productores.
Matriculado 4161. Vino artesanal.
Este vino se elabora en la escuela técnica José Miguel Graneros desde hace unos 5 años. La marca alude al número de la escuela. Los alumnos y alumnas elaboran vino bonarda y este año 2020 han sumado un corte de tempranillo-malbec. Es un proyecto liderado por los profesores Fernando Ojeda y Alejandro Aguirre. Elaboran con donaciones de productores de la zona de Gustavo André. Todo el proceso lo llevan adelante los alumnos y alumnas, desde la cosecha, molienda, controles de fermentación, cuidado del vino nuevo, maduración en barricas de roble, fraccionamiento y etiquetado. Se comercializa “de boca de boca”, en distintas vinerías y en la escuela. Ha obtenido premio en el Seminario Internacional de Vino Casero.
Artesanía en cuero.
La localidad tiene una tradición en el trabajo artesanal. Su referente principal es Remigio Villegas, experto en cuero, quien hace 3 años fue distinguido por la calidad de sus productos en la Fiesta del Poncho, en Catamarca. Remigio tiene 63 años y trabaja el cuero ( de vaca y de chivo) desde los 35. Trabaja por encargo y vende sus productos en el Mercado Artesanal de Mendoza. También comercializa las artesanías en la Fiesta de Lagunas del Rosario y en ferias de otras provincias del país. Tiene su taller en el pimer callejón de la calle Felipe Peña. También cuenta con una página de face “RVCueros”. Su hija, Patricia Miriam Villegas, continúa su legado de artesano, pero en tejido al crochet.
Artesanía en telar.
La artesana en telar es Juana Vallejo de Montivero, quien nació en la provincia de San Luis y arribó a Gustavo André de niña. Tiene 87 años. No sólo teje en telar sino que también ha brindado numerosos cursos y talleres en distintas escuelas e instituciones comunitarias del departamento en el marco de programas cooperativistas y cuenta con una voluminosa cantidad de certificados entre los años 1991 y 2009. Doña Juana indica que ha enseñado el arte a muchas mujeres residentes en la calle Talet. El arte lo aprendió de su madre. Conserva sus telares y cuadros de palo de muchos años. Teje peleros, alforjas, ponchos, sacos, bolsitos, gorros, bufandas. Utiliza distintos tipos de lana, pero fundamentalmente lana de oveja, y realiza distintos tipos de tejidos. Por su edad avanzada ya no teje productos grandes como mantas dado que son muy pesadas. Conserva una carpeta con un muestrario de “Artesanías en telar”.