Jocolí Viejo es un distrito rural conformado por varias fincas donde se produce vid y chacra. Se encuentra atravesado por calles, callejones, huellas muy pintorescas cuya impronta es el silencio y la tranquilidad. Se destaca por la presencia de casonas muy antiguas, en muy buen estado de conservación. Hay restaurantes y cantinas y se destaca el emprendimiento “Manos de Arenal”. También en la zona se conserva la vieja estación ferroviaria, correspondiente al ramal Pacífico, ramal que cerró muy tempranamente, que partía de Gustavo André y conectaba con Chile. El tren venía desde la estación Ing. Gustavo André y continuaba por El Plumero, Villa (donde hoy se ubica el polideportivo), Jocolí Viejo, Pastal hasta llegar al Borbollón.
Ruta 34, ingreso al departamento
Callejón Canal Cacique Guaymallén
Ribera del canal cacique Guaymallén
Viña, calle El Pantano
Vieja estación ferroviaria, ramal Pacífico
Entre las fincas y casonas antiguas muy bien conservadas se encuentra la casona de la Finca El Abuelo, hoy de propiedad de la familia Lanzilotta. En el año 1980 Juan Lanzilotta compra la finca con dos casas. La finca tiene 19 hectáreas con duraznos y peras, a lo que luego se agregó ajo y más frutales.
Casona de la flia Lanzilotta
Según narra Rosa Lanzilotta, esta casona perteneció a un referente de la élite gubernamental provincial del siglo XIX. La casona está construida con adobe y techo de caña. Fue restaurada siguiendo los patrones originales de estilo colonial. La restauración estuvo a cargo de Irrutia, especialista en restauración de edificios antiguos. La casa estaba bastante abandonada, por lo que desde el 2005, bajo una política de promover el turismo rural, se impulsó la iniciativa de ponerla en valor. Actualmente funciona allí una parrilla recientemente inaugurada. También se encuentra la finca “Don Ernesto” sobre ruta 34 y un ostentoso chalet de fines del siglo XIX-principios del siglo XXI sobre ruta 40, en las cercanías con el cruce de ruta 34.
Finca Don Ernesto
Según relata Alfonso Ruiz, la casona de la ruta 40 originalmente pertenecía a la familia Masa y a la señora Matus Hoyos. La fecha de construcción de la casa se remonta al año 1900-1905; era propiedad de familia de la clase política de la época. Por el año 1950 la compra la familia Ruiz: su abuelo José Manuel Ruiz compra la casona junto a toda la finca que incluía 900 hectáreas de tierra en un remate al banco Hipotecario; aparentemente era una propiedad embargada. Su abuelo con sus hijos conformó una sociedad anónima, “Bodegas y Viñedos Manuel Ruiz Limitada” y concretaron la compra en remate. En adelante se repartieron entre los hijos de su padre y se fue heredando y parcelando de generación en generación. La finca hoy tiene viña, alfalfa y partes de chacra y conserva la casona. Ahora los dueños de la finca son sus hijos, Ignacio, Alfredo, Ana y Magdalena Ruiz. De ellos el único que reside en Lavalle es Ignacio Ruiz.
Una calle tradicional, histórica es la calle El Pantano. Durante el siglo XIX fue una calle de gran importancia, con propiedades de funcionarios provinciales de alta jerarquía y familias de renombre que luego emigraron y no regresaron. Aquí hubo grandes casonas de Villanueva. Según cuenta don Guillermo Argentini, donde hoy se encuentra el emprendimiento Las Marujitas se conserva un histórico chalet donde funcionó un almacén de Ramos Generales, de Gorli. También existió otro almacén en la esquina de El Pantano y ruta 34 ( la casa la derribaron). Entre estas casonas se encuentra el chalet en el predio Las Marujitas. Este chalet fue propiedad de los Villanueva.
Calle histórica El Pantano Predio Las Marujitas
Otra zona tradicional es La Colmena y Lotes Cavero, donde se encuentran los típicos almacenes y cantinas rurales entre los que se destacan el negocio “Las Moritas” -de Miriam Oribe- y el mercadito “Robpauli” -de Juan Vilches-. “Robpauli” de unos 30 años de antigüedad, tiene carnicería, artículos de almacén, librería y bazar. “Las Moritas” tiene a la venta toda variedad de artículos, incluida bebida y comida. Cuenta con una frondosa arboleda donde se disponen de mesas y sillas donde la gente se acerca a la tardecita a tomar algo y comer algún sandwich. En “Lotes Cavero” el pionero de la provisión de agua potable fue Ramón Vázquez.
Jocolí Viejo cuenta con varios emprendimientos productivos, comunitarios, culturales y turísticos. Cuenta con un espacio de juego al tejo, sostenido por un grupo de adultos mayores, en su mayoría mujeres; se ha fortalecido el emprendimiento “Manos de arenal” y aquí tiene su sede la cooperativa Lacofrut. Además cuenta con camping, restaurantes y cabañas: Camping El Chañar, Cabañas Ozcayna, Parrilla La Casona, la Cantina “Al Rescoldo». El Camping El Chañar cuenta con piscina, cantina, un salón para eventos y cabañas.
Predio El Chañar Salón de eventos
Tradiciones de adultos y adultas mayores: el tejo “Jarilleros”
En la actualidad, el grupo de tejo “Jarilleros” reúne 5 integrantes. Desde hace 7 años, se reúnen todos los jueves a las 16 hs. Han participado de los juegos “Evita” a nivel provincial, en el Estadio Malvinas.
Cancha de Tejo “Jarilleros”
En campeonato
“Manos de arenal”
Este emprendimiento propone un trabajo de recuperación de técnicas, materiales y procedimientos de los pueblos originarios que habitan nuestro territorio, los Huarpes. Con respecto al procedimiento, se está usando arcilla de la zona, de Asunción y Lagunas del Rosario, localidades que pertenecen a la comunidad Huarpe. Una vez extraída la materia prima, se procede a la preparación de la pasta para lograr que esta pueda ser utilizada en la elaboración de alimentos, resistiendo la llama directa. Entre otras cosas también se hace hincapié en el uso de engobes naturales (tierras de colores con arcilla) para la decoración de las piezas evitando el uso de esmaltes que puedan ser nocivos para la salud. En cuanto a los diseños se trata de innovar, dándole a las piezas identidad propia, respecto a lo que normalmente se encuentra en el mercado, es por esto que básicamente no se hace producción en serie, sino que cada pieza es única. La cocción que llevan estas piezas se realiza en un horno a leña construido por el grupo, durante 6 / 8 horas , alcanzando una temperatura de 800 grados aproximadamente.
Colectivo Manos de Arenal
Cooperativa Lacofrut
La Cooperativa Lacofrut se fundó entre los años 1988/1989, reuniendo por ese entonces un total de 65 afiliados, todos ellos pequeños productores “meloneros”, como les llaman a los productores de melón. La iniciativa asociativa se impulsó en triangulación con INTA y la Municipalidad de Lavalle respondiendo a la necesidad de promover la comercialización de melones. Según narra Pascual Arce, uno de sus referentes, en todo el proceso han atravesado muchas dificultades, desafíos y mucho esfuerzo. En este mismo proceso, hubo una etapa en que se intentó diversificar la producción, pero fracasó, y quedó sólo la producción de melón y uva de mesa. La mayor crisis fue en el año 2003, donde quedaron sólo 15 productores.
En la actualidad la cooperativa cuenta con 25 familias asociadas, todos ellos productores que se dedican al empaque de melón y uva de mesa en un total de 120 hectáreas, con un promedio de 5 hectáreas por cada socio/familia. Son un referente departamental ante el marco provincial y nacional respecto de la producción y comercialización de melón y sandía, matriz donde el departamento es emblemático. Además han dictado numerosos cursos sobre cooperativismo en el CEIL y colegios secundarios. También asesoraron en la conformación de una cooperativa en Media Agua. Reciben visitas desde el exterior. Son un referente cooperativo puesto que siempre están atentos a las innovaciones respecto de nuevos materiales y productos. Es decir, la cooperativa tiene un perfil innovador. Otro aspecto que la destaca es que siempre colabora con la vendimia, en la distribución de melones tradicional de los carros.
Cooperativa Lacofrut
En producción Visita de la Reina de Lavalle